domingo, 16 de septiembre de 2012


Desde tiempo antiguos se ha visto en todos los colegios, maltratos, golpes, agresiones psicológicas, bromas, y muchas mas cosas, pero esto hoy en día a pasado a otro nivel.







Bullying o matoneo así se ha llamado en este siglo XXI, pero hoy en día esto cada día ha tenido una elevación en su nivel que esta incontrolable.















Vemos como hoy en día la intimidación psicológica ha llevado a niños que sufren de este acoso escolar tímidos, sin ganas de estudiar, ni de participar en clase, ni hacer actividades físicas en sus descansos y se la pasan solos, por este simple hecho de que uno más grande, más fuerte se aprovecha de él.

Los golpes son otra gran intimidación ya que los más flaquitos, los más débiles son los que se dejan hacer este acoso, el miedo a que les peguen, los maltraten y en situaciones extremas no son golpes suaves si no verdaderas golpizas que dejan en muy mal estado al agredido.

Las instituciones educativas no es que hagan mucho, solo hacen registros en el observador, quizás citan los padres del niño, hacen un acuerdo de no volverlo hacer, pasan dos meses y el joven ya otra vez aprovechándose de los más pequeños.

Es solo cuestión de actitud de parte del agredido, porque no tienen la suficiente confianza en sí mismos de por decirlo así ‘‘dejársela montar’’, en mis 17 años de vida, solo una vez una grandulones de cursos mayores, me intimidaban, aunque nunca paso nada malo. Desde allí cambie mi actitud y ahora a esos brabucones que se creen el rey de la selva, no les doy oportunidad de que de mí se aprovechen, simplemente no les doy confianza, siempre que hablo con ellos es serio, demuestro que no soy cualquier persona para que me fastidien, etc. En conclusión mi actitud ante ellos es diferente y hasta este momento ha funcionado, pues por decirlo así con migo no se meten tanto que mi bolso ni lo tocan, yo dejo todo hay calculadora, billetera, celular, etc. Y nunca de me han quitado nada.

Hace como 10 mese me quitaron mi calculadora científica, al descubrir que no estaba en mi maleta, me pare de mal humor, grite ‘‘quien cogió mi calculadora (decía esto mientras pateaba un puesto)’’ después de esto me fui a la cafetería y al volver, mi calculadora estaba allí en mi puesto. Y de ahí en adelante nadie más se ha atrevido a tocar mi maleta.

Es cuestión de actitud, hay que poseer una actitud fuerte, de no mostrar debilidad, y no dar confianza a esos jóvenes que solo viven de aprovecharse de los demás, y si esto no ayuda, hablar con las directivas del colegio y si esto no cambia, será mejor hablar con la policía que hoy en día la ley está muy estricta ante esos comportamientos de bullying.

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