Hace unas semanas
estuve en el lanzamiento de la revista El Salmón (revista de expresión cultural
del Tolima), estuvo como invitada especial a Nadia Granados, más conocida como
la Fulminante Cabaret, mujer que expone una opinión política, utilizando su
cuerpo, como medio de expresión. Debo admitir que lo que vi en el auditorio
(bloque 3, primer piso) de la universidad del Tolima no lo había visto en mis
años de vida, y para los que no tuvieron la oportunidad de asistir, debo
comentarles que fue un acto, que no es disponible para niños y/o adultos con
problemas del corazón. (Siendo este un periódico estudiantil omitiré entrar en
detalles).
Esta muestra tuvo
una duración de alrededor de 2 horas, y
sólo me bastaron esas 2 horas para
comprobar que yo Kevin David Estrada no soy de izquierda, pero tampoco soy de
derecha.
Una simple cuestión
me llevó a esta conclusión personal, pues este país siempre se ha querido cambiar
a la fuerza, las FARC con su filosofía de cambiar a Colombia, los paramilitares
con su fin de liberar a Colombia de las FARC y un sin fin de argumentos que
utiliza la gente para cambiar a Colombia de la noche a la mañana.
Sí, Colombia
definitivamente debe cambiar, vemos como el país se pudre con tantas manzanas
podridas que tiene en su territorio, vemos como la corrupción nos consume, al
igual que la avaricia por el dinero, el poder y demás pensamientos
individualistas.
Colombia no cambiará
lanzando piedras, Colombia no cambiará tomándose las universidades ni haciendo
paros, la única forma de que este país cambie, es que usted joven, tenga deseos
de ayudar a su país, de sacarlo de este mundo donde se encuentra, tome acción
política, porque la política no es sinónimo de corrupción, la política es más
que hombres con corbata y buen sueldo, porque sin política nada sería posible, salud,
educación; tampoco negaré que existen muchas injusticias ante las leyes
colombianas, sabemos que fallan en muchos ámbitos, pero por este simple hecho
no debemos preparar a un grupo de gente y alzarnos en armas, muchos dicen, “nos
cansamos de esperar a que esto mejore”, pero yo les pregunto y ¿qué espera
usted para hacer algo para que esto mejore?.
Si usted es un
visionario, tiene anhelos de cambiar la situación del país, sea político, sea
senador, sea alcalde, sea presidente de la república y haga que el país mejore,
métase en el cuento y descubra que la situación actual no mejora sólo
criticando: que los políticos son corruptos, que hay injusticia, que hay
sueldos injustificados para los gobernantes, que la seguridad es mala, que la
salud, que la educación, por favor eso ya lo sabemos, ¿universitarios
estudiando sociología y lanzando piedras a la policía?, eso no tiene razón de
ser, sólo la política honesta de servicio a la comunidad es lo que hará la
diferencia, pero no espere a que el otro sea honesto, vaya y usted hágalo no
tenga miedo, que es muy fácil criticar pero para hacer, nos falta pantalones a
muchos.
¿El país no cambia
por los políticos? he escuchado miles de veces a estos personajes, y lo
felicito es usted un joven más que está esperando a que el país se lo cambien
los demás, Y por qué usted no se propone ser presidente de la República de
Colombia, ¿acaso tiene miedo de enfrentar el problema desde adentro?
Por eso yo no soy
revolucionario, no soy de izquierda, sólo soy un ciudadano que no tiene
partido, un ciudadano que anhela ver un país mejor, porque sí, tal vez sea un
cobarde para ser político, no tengo ese carisma, porque hay que tenerlo, pero
me sentiré orgulloso si sólo defiendo a mi país desde las fuerzas armadas, y
aunque perderé mi derecho del voto, seguiré con el anhelo de que algunos
escuchen mis palabras y tomen acción de la política Colombiana, ¿será que
tendremos que tocar fondo para empezar a levantarnos?, espero que no y antes de
tocar fondo demos un pare y salgamos de donde estamos.
Observemos de nuevo las enseñanzas de este gran hombre que ojala algún día lo escuchemos pero que en realidad tomemos sus palabras y no queden en frases vacías:
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